¿Qué ocurre si nuestro hijo tiene un accidente en un parque infantil?

En el Centro del Accidentado hemos tratado este año un caso en el que un niño sufrió una serie de lesiones importantes tras sufrir un desgraciado accidente en un parque infantil donde se encontraba jugando.

El artículo 1902 del Código Civil  establece que la persona que cause el daño ya sea mediante culpa o negligencia, estará obligada a reparar el daño causado. Entonces en este caso cabría preguntarse:

¿De quien es la culpa? ¿Quién se hace cargo de la indemnización?

Podría considerarse en un primer momento que los padres son culpables por negligencia, al dejar al niño en el parque infantil asumen el riesgo de que el niño pueda sufrir algún accidente por lo que  podrían ser culpables del daño que sufrió mientras se encontraba en el establecimiento. Es cierto que se asume el riesgo del que el niño pueda tener caídas o pequeños golpes según la actividad que desarrolle mientras se encuentre en el establecimiento, pero no es de esperar que se produzca un daño extraordinariamente desproporcionado como fue la fractura transversal de la tibia y fractura del peroné izquierdo que sufrió este.

Los tribunales han determinado que encontrándonos ante casos como este de menores de edad, queda desplazada la supervisión paterna del menor, siendo que el deber de vigilancia y control recae sobre el personal de las instalaciones en las que se encuentra jugando, por lo que en caso de ocurrir un accidente se relacionará con la exigencia de responsabilidad por culpa, debiendo el personal cumplir la diligencia propia de un buen padre de familia y velar por la seguridad de los niños que se encuentren a su cargo en el parque infantil. Será por tanto la aseguradora de la empresa quien deberá hacerse cargo de la indemnización por las lesiones sufridas.

En caso de tratarse de un parque público es el ayuntamiento el responsable de los parques, de revisar las instalaciones, de comprobar que están conformes a la normativa y de hacer un mantenimiento periódicamente.

Es importantísimo un correcto mantenimiento de las instalaciones. Con un buen mantenimiento periódico las instalaciones y equipos aumentarán su vida útil, pero sobre todo la seguridad de los niños.